El
cambio climático y sus efectos en la agricultura y seguridad alimentaria
Es de conocimiento general las
declaraciones de que la región centroamericana es una de las más afectadas por
las consecuencias generadas del cambio climático, siendo definida como un
territorio vulnerables y con poblaciones frágiles. “Donde la amenaza de los fenómenos naturales es permanente, los desastres son recurrentes y el riesgo está ahí”,
sostiene el 2do informe de Desarrollo Humano en Centroamérica y Panamá del año
2003, definición que a pesar de haber pasado más de una década se mantiene
vigente. Es importante destacar que los fenómenos naturales no distinguen
fronteras, es por ello que se vuelve fundamental el enfrentar esta problemática
desde una visión regional con enfoque en la gestión del riesgo basada en la
identificación y evaluación de los daños, insumos clave en la promoción de una
verdadera reconstrucción, y no una mera restauración del escenario para el próximo
desastre.
Estos desastres están asociados
a los cambios que se han ido acelerando a través de la intervención humana de
forma directa e indirectamente sobre la composición de la atmosfera a nivel
mundial a lo que se suma la variabilidad natural del clima durante periodos de
tiempos comparables, a esto llamamos cambio climático. (Córdoba, 2011)
Estos cambios producen efectos
en el aumento de las temperaturas medias mundiales, aumento en la frecuencia e
intensidad de los fenómenos climáticos extremos, cambio gradual en las
precipitaciones, mayor inestabilidad en las configuraciones climáticas estacionales,
aumento en el nivel del mar. Lo que finalmente repercute en las actividades humanas
y especialmente en las poblaciones vulnerables. Especialmente en las que
dependen directa e indirectamente de la agricultura como un medio de
subsistencia, lo que a su vez genera inseguridad alimentaria en la región
centroamericana.
El sector agropecuario es
extremadamente vulnerable a la variabilidad climática. Algunos de los impactos más
relevantes son las alteraciones en la precipitación, que modifican los periodos
de cosecha y siembra, así como aumentos en la temperatura, que propician la propagación
de plagas y enfermedades en los cultivos (Nelson et al., 2009). Esta situación
pone en riesgo la seguridad alimentaria del 52% de la población rural de la región
que depende de cultivos como el maíz y el frijol, en su mayoría sistemas en
secano y por lo tanto que son altamente sensibles a la variabilidad climática
(Ver Figura 1) (Baumeister, 2010; RUTA et al., 2012).
El CAC (conformado por
representantes de los Ministerios de Agricultura de la región) y CCAFS
desarrollan una agenda conjunta en la que buscan el fortalecimiento de la región
en términos institucionales, científicos y de gestión del riesgo climático en
el sector agrícola con miras a la reducción de la inseguridad alimentaria de la
población centroamericana.
Para 2008, en la Reunión
Extraordinaria de Presidentes y Jefes de Estado de los países del SICA sobre
Cambio Climático, conocida como “Declaración de San Pedro Sula”, los
presidentes aprueban los “Lineamientos de la Estrategia Regional de Cambio
Climático”. La declaración reconoce que ante los efectos o impactos del cambio
climático y variabilidad climática que afectarán a la región en su conjunto es
urgente tomar medidas articuladas y coordinadas que expresen la voluntad
política y el interés de los gobiernos de la región por trabajar unidos
fortaleciendo el proceso de integración tanto en el ámbito de atención a las
vulnerabilidades y los impactos comunes derivados de los crecientes fenómenos
climáticos, como también; aunando y complementando esfuerzos y sinergias frente
a las estrategias de adaptación necesarias ante la amenaza climática y de
manera especial, mandata a realizar un trabajo conjunto en el campo de las
negociaciones mundiales sobre el tema.
Para julio 2010, en la reunión
Extraordinaria de Presidentes y Jefes de Estado de Centroamérica y República
Dominicana, la Declaración final destaca con preocupación que en los últimos
años la región ha debido enfrentar de manera recurrente situaciones de
emergencia frente a desastres y diversos escenarios de riesgo, motivados por la
variabilidad y el cambio climático. Por lo anterior, reafirman el compromiso de
concluir, aprobar y aplicar a la brevedad la Estrategia Regional de Cambio
Climático y desarrollar las diferentes políticas y planes centrados en la
mitigación y adaptación, para enfrentar las amenazas del cambio climático. Se
mandata al Consejo de Ministros de Ambiente la conclusión del proceso de formulación
y consulta regional de la Estrategia Regional de Cambio Climático y su
inmediata puesta en marcha, a efecto de contar para las negociaciones de la
Convención Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Climático (CoP 16), con una
firme posición basada en acciones positivas de política pública en la materia.
Hoy en dia se cuenta a nivel región con Comisión
Centroamericana de Ambiente y Desarrollo que su objetivo es “contribuir al
desarrollo sostenible de la región centroamericana, fortaleciendo el régimen de
cooperación e integración para la gestión ambiental”. A su vez se mantiene un
Comité regional de recursos hidráulicos del Sistema de Integración
Centroamericana que realiza estudios permanentes sobre la perspectiva regional
del clima lo que permite a las autoridades de la región proyectar el
comportamiento del clima y sus efectos en la agricultura y seguridad
alimentaria.
Wilfredo Fernández
Bibliografía
Estado de la Región (2003). Segundo Informe sobre Desarrollo Humano en Centroamérica y Panamá. En,
http://www.estadonacion.or.cr/files/biblioteca_virtual/centroamerica/002/DH2003Cap5-region02.pdf
Córdoba, L. (2011), Cambio climático y Ganadería. Congreso Centroamericano del Sector Lácteo y Feria del Queso 7 y 8 de diciembre de 2011, Costa Rica
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