Necesidad de una Política de
Agua en El Salvador.
Por:
Xiomara Calderón.
San Salvador, 12 de junio de 2016.
El
Salvador es uno de los países más pequeños y de mayor densidad poblacional en
el continente Americano, con un total de 5,744,113 habitantes en un territorio
de 20,040 Km2; por lo que resulta evidente que los recursos naturales,
especialmente el agua están sometidos a una importante presión demogr áfica, lo que
se agrava con una alta tasa de deforestación que limita la capacidad de
infiltración de las cuencas y a un alto nivel de contaminación de los acuíferos
debido al manejo inadecuado de los desechos sólidos, aguas residuales y
utilización indiscriminada de pesticidas. Como consecuencia El Salvador es uno
de los países con menor disponibilidad de agua en Latinoamérica 2,765 M3/h/año1
(FUNDE, 2009. Pág.44).
En El
Salvador un porcentaje muy significativo de la población no dispone de sistemas
seguros de abastecimiento de agua potable en sus hogares; y quienes disponen de
sistemas de abastecimiento mejorados, en un porcentaje muy significativo,
carecen de servicios de calidad, pues el agua está contaminada o el servicio es
irregular e ineficiente, el servicio se restringe a ciertas horas del día,
afectando sin lugar a dudas las condiciones y calidad de vida de las personas.
Los recursos naturales están siendo utilizados de forma insostenible, la
disponibilidad de agua es cada día menor, y zonas del territorio avanzan hacia
la desertificación y cientos de miles de ciudadanos no poseen acceso al agua.
En
cualquier sociedad, el acceso al agua es una condición indispensable para la
vida de los seres humanos y para la sostenibilidad de los ecosistemas con los
cuales estos interactúan. El acceso a agua y saneamiento es condición básica
para el cumplimiento de otras metas del desarrollo como es la reducción de la
pobreza extrema, el hambre y para el mejoramiento del estado de salud de la
población.
El no
tratar el agua contaminada de forma adecuada, genera costos económicos y
sociales, niños que mueren anualmente a causa de enfermedades asociadas al
consumo de agua contaminada, decenas de miles de personas que padecen
enfermedades gastrointestinales por la misma causa. El consumo de agua
proveniente de pozos, nacimientos, o agua lluvia son esencialmente el motivo de
los elevados niveles de morbilidad y mortalidad, relacionadas al tema, y es que
cerca del 26% de las aguas distribuidas en el Gran San Salvador presenta
turbidez, y no es apta para consumo humano (FUNDE, 2009).
En ese
sentido el desarrollo del sector agua potable y saneamiento demanda de la
participación de todos los actores clave y un estado facilitador y regulador de
procesos de gestión participativa para mejorar la eficiencia de la gestión de
los recursos hídricos y avanzar hacia un modelo de gestión sustentable. Es urgente desarrollar una reforma legal del
sector y el fortalecimiento de una institucionalidad, que promueva la
participación ciudadana como base de la gobernabilidad y sostenibilidad de la gestión
de los recursos hídricos, con un enfoque de Gestión Integral de Recursos
Hídricos.
Referencias:
Fundación
Nacional para el Desarrollo (FUNDE). (2009). Política de Agua: ampliación de la
cobertura, gestión descentralizada del agua, institucionalización del pago de
servicios ambientales. San Salvador, El Salvador. Recuperado de: http://www.repo.funde.org/65/1/LIBROS-59.pdf
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