lunes, 13 de junio de 2016

Necesidad de una Política de Agua en El Salvador.

Necesidad de una Política de Agua en El Salvador.
Por: Xiomara Calderón.
 San Salvador, 12 de junio de 2016.

El Salvador es uno de los países más pequeños y de mayor densidad poblacional en el continente Americano, con un total de 5,744,113 habitantes en un territorio de 20,040 Km2; por lo que resulta evidente que los recursos naturales, especialmente el agua están sometidos a una importante presión demográfica, lo que se agrava con una alta tasa de deforestación que limita la capacidad de infiltración de las cuencas y a un alto nivel de contaminación de los acuíferos debido al manejo inadecuado de los desechos sólidos, aguas residuales y utilización indiscriminada de pesticidas. Como consecuencia El Salvador es uno de los países con menor disponibilidad de agua en Latinoamérica 2,765 M3/h/año1 (FUNDE, 2009. Pág.44).

En El Salvador un porcentaje muy significativo de la población no dispone de sistemas seguros de abastecimiento de agua potable en sus hogares; y quienes disponen de sistemas de abastecimiento mejorados, en un porcentaje muy significativo, carecen de servicios de calidad, pues el agua está contaminada o el servicio es irregular e ineficiente, el servicio se restringe a ciertas horas del día, afectando sin lugar a dudas las condiciones y calidad de vida de las personas.

Los recursos naturales están siendo utilizados de forma insostenible, la disponibilidad de agua es cada día menor, y zonas del territorio avanzan hacia la desertificación y cientos de miles de ciudadanos no poseen acceso al agua.

En cualquier sociedad, el acceso al agua es una condición indispensable para la vida de los seres humanos y para la sostenibilidad de los ecosistemas con los cuales estos interactúan. El acceso a agua y saneamiento es condición básica para el cumplimiento de otras metas del desarrollo como es la reducción de la pobreza extrema, el hambre y para el mejoramiento del estado de salud de la población.

El no tratar el agua contaminada de forma adecuada, genera costos económicos y sociales, niños que mueren anualmente a causa de enfermedades asociadas al consumo de agua contaminada, decenas de miles de personas que padecen enfermedades gastrointestinales por la misma causa. El consumo de agua proveniente de pozos, nacimientos, o agua lluvia son esencialmente el motivo de los elevados niveles de morbilidad y mortalidad, relacionadas al tema, y es que cerca del 26% de las aguas distribuidas en el Gran San Salvador presenta turbidez, y no es apta para consumo humano (FUNDE, 2009).


En ese sentido el desarrollo del sector agua potable y saneamiento demanda de la participación de todos los actores clave y un estado facilitador y regulador de procesos de gestión participativa para mejorar la eficiencia de la gestión de los recursos hídricos y avanzar hacia un modelo de gestión sustentable.  Es urgente desarrollar una reforma legal del sector y el fortalecimiento de una institucionalidad, que promueva la participación ciudadana como base de la gobernabilidad y sostenibilidad de la gestión de los recursos hídricos, con un enfoque de Gestión Integral de Recursos Hídricos.

Referencias: 
Fundación Nacional para el Desarrollo (FUNDE). (2009). Política de Agua: ampliación de la cobertura, gestión descentralizada del agua, institucionalización del pago de servicios ambientales. San Salvador, El Salvador. Recuperado de: http://www.repo.funde.org/65/1/LIBROS-59.pdf

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