sábado, 11 de junio de 2016

La cultura del desperdicio y la producción y consumo sustentable


Por: Abner González V. [11 de junio 2016]

En su Encíclica Laudato Si` el Papa Francisco indica:

“...el ritmo del consumo, de desperdicio y de alteración del medio ambiente ha superado las posibilidades del planeta, de tal manera que el ritmo actual, por ser insostenible, sólo puede terminar en catástrofes, como de hecho ya está ocurriendo periódicamente en diversas regiones …”

Esto nos permite visualizar cómo “el ritmo actual” de vida del ser humano se ha caracterizado por una cultura consumista, de desperdicio e inconsciencia de la presión sobre los recursos naturales. 

De acuerdo con la FAO (2013) se estima que aproximadamente un tercio de la comida producida para el consumo humano es desperdicada cada año, lo que representa alrededor de 1,300 millones de toneladas de alimentos que van directamente a la basura (p. 6).

La FAO en un estudio denominado La huella del desperdicio de alimentos: impactos en los recursos naturales, identifica los impactos y presiones que esta cultura tiene en emisiones de gases de efecto invernadero, agua, uso del suelo y la biodiversidad; además de un análisis de costos.

Entre los principales resultados se pueden mencionar los siguientes:

  • La huella de carbono del desperdicio de alimentos para el 2007 se estimó en 3.3 Giga toneladas de CO2 equivalente, lo que para ese entonces esa práctica la colocaba como el tercer emisor de GEI, después de China y Estados Unidos.
  • La huella de agua para el año 2007, contabilizada como aquella utilizada en la agricultura para la producción de los alimentos desperdiciados, equivale a 250 km3.
  • En cuanto al uso de la tierra a nivel mundial el total de alimentos desperdiciados en el 2007 1.4 billones de hectáreas.
  • El impacto en la biodiversidad se traduce en el sentido de la cantidad de áreas deforestadas para ser utilizadas en la agricultura y la ganadería.
  • El análisis económico resalta que los alimentos desperdiciados representan 750 billones de dólares americanos en el 2007, lo que se puede comparar con el PIB de Turquia y Suiza del 2011.

Este mismo estudio refleja que el 54 por ciento del desperdicio de alimentos en el mundo se producen en las etapas iniciales de la producción, manipulación y almacenamiento post-cosecha y el otro 46 por ciento ocurre en las etapas de procesamiento, distribución y consumo de alimentos (FAO, 2013); para lo cual es importante la aplicación de estrategias de producción que incorporen variables ambientales, ya que como se observa el mayor porcentaje de desperdicio se realiza en esta etapa.

Con estos alarmantes antecedentes sobre la presión tanto sobre los recursos naturales como los impactos económicos del mismo, es importante reflejar como a nivel centroamericano se han promovido prácticas de producción más limpia y consumo sustentables.

En el Plan Ambiental de la Región Centroamericana (PARCA) del periodo 2010 - 2014, se estableció en su línea estratégica 2.5 el promover la producción más limpia y el consumo sustentable, a través de la coordinación de acciones con la SIECA, la incorporación de este enfoque en políticas públicas de los países miembros, la introducción de criterios de sostenibilidad ambiental en los procesos de compras públicas, entre otros (CCAD, 2009, p. 24)

En el marco de la implementación de esta estrategia en la región centroamericana se impulsaron diferentes iniciativas de producción más limpia, la cual es definida como la aplicación continua de una estrategia ambiental preventiva e integrada a los procesos productivos, productos y servicios, orientada a mejorar la eficiencia, reducir los riesgos para la salud humana y para el ambiente (ONUDI, s.f.).

Principalmente esta estrategia tuvo un importante impulso en la implementación del Acuerdo de Cooperación CCAD-USAID/CAFTA-DR, como parte del apoyo de los Estados Unidos a la región centroamericana, para cumplir los compromisos adquiridos en el Capítulo 17 del Tratado de Libre Comercio; los diferentes proyectos se desarrollaron con el apoyo de las Autoridades Nacionales Ambientales de los Estados miembros y los Centros Nacionales de Producción Más Limpia; teniendo casos exitosos en diferentes sectores productivos de la región centroamericana, a través del impulso de Acuerdos Voluntarios de Producción Más Limpia (para conocer más sobre el tema y los resultados ver el vídeo).

De esto se puede visualizar como a nivel centroamericano a través de la CCAD se promovió la elaboración de una Política Regional de Producción Más Limpia, lo que luego se tradujo en que los Estados miembros de la CCAD elaborarán y aprobarán Políticas de Producción Más Limpia o en otros casos las han denominado Política Nacional de Producción y Consumo Sostenible, la incorporación de este enfoque en la legislación nacional de los países permite iniciar a incluir la variable ambiental en las diferentes etapas de la producción y consumo, vinculando por una parte a los sectores económico productivos y por otra sensibilizando a los consumidores sobre los impactos ambientales que la cultura de consumo y desperdicio representa.

La implementación de proyectos de producción más limpia, ha evidenciado como la incorporación de la variable ambiental tiene un alto potencial en la reducción de impactos ambientales, reducción en los consumos de agua, energía eléctrica, materia prima, eficentización de procesos, lo que se traduce en una minimización en los costos de producción; sin embargo toda implementación inicia con una sensibilización y cambio de cultura de los colaboradores de las empresas y de los consumidores de los productos.

En ese sentido tomando en cuenta las palabras y reflexiones del Papa Francisco es importante cambiar los patrones de producción y consumo insostenibles que actualmente están implementados, a través del impulso de estrategias de prevención de la contaminación como la Producción Más Limpia, mediante la cual se incorporan variables ambientales, sociales y económicas; para conservar nuestra casa común que es la nuestro Planeta Tierra.



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Referencias bibliográficas:

CCAD. (2009). Plan Ambiental de la Región Centroamericana - PARCA 2010- 2014. El Salvador: CCAD. 
FAO. (2013). Food wastage footprint: impacts on natural resources. Recuperado de: http://www.fao.org/docrep/018/i3347e/i3347e.pdf 
FAO. (2013). El desperdicio de alimentos daña el clima, el agua, la tierra y la biodiversidad. Recuperado de: http://www.fao.org/news/story/es/item/196368/icode/ 
Santo Padre Francisco. (2015). Carta Encíclica Laudato Si`. Recuperado de: http://w2.vatican.va/content/francesco/es/encyclicals/documents/papa-francesco_20150524_enciclica-laudato-si.html
ONUDI. (s.f). Introducción a la producción más limpia. Recuperado de: http://www.unido.org/fileadmin/import/71360_1Textbook.pdf 

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